termostato, qué es y cómo funciona

Un termostato es un componente, que en su versión más sencilla está conformado por una lámina metálica y poco más, que abre o cierra un circuito eléctrico dependiendo de la temperatura que este termostato registre. Los termostatos son muy utilizados en sistemas de aire acondicionado, calefacción, termos y demás.

Los termostatos se utilizan para ahorrar energía, ya que registran la temperatura ambiente y cuando se llegue a un tope establecido de temperatura se cierra el circuito eléctrico que genera el calor (o frio si hablamos de aire acondicionado). Mientras más sofisticado sea el sistema mayor será el ahorro, ya que medirá con más precisión la temperatura del ambiente y cerrará el circuito ni bien se alcance la temperatura programada. Pero los termostatos no solo hacen esto, también nos permiten programarlos, dependiendo del tipo de termostato, pudiendo encender o apagar el sistema que incluya este termostato a una hora determinada, entre otras cosas.

Existen varios tipos de termostatos, los más comunes actualmente son los electrónicos, aunque también podemos encontrar termostatos de parafina, de gas encerrado y los clásicos termómetros metálicos.

Termostato para calefacción

Los termostatos no se utilizan únicamente en la calefacción, aunque es el mayor uso que se le da a estos pequeños aparatos. Gracias a estos termostatos nosotros podemos regular la temperatura de la calefacción, ya sea en caliente o en frío, lo que nos permite tener controlado en todo momento la temperatura del ambiente.

Los termostatos más nuevos nos permitirán elegir la temperatura a la que queremos que esté el ambiente, mientras que los modelos más viejos no nos permiten esto, por otra parte, en los termostatos más viejos elegimos cual es la temperatura que pasará por el circuito, cerrándose cuando se alcance dicha temperatura.

Estos termostatos se utilizan generalmente por su ahorro económico y energético, ya que, pudiendo elegir la temperatura a la que queremos que esté nuestro hogar, evitamos utilizar un exceso de energía para la calefacción que luego termina traduciéndose en un gran coste económico.

Ya vemos que los termostatos para la calefacción son muy interesantes y nos pueden ayudar, pero elegir el termostato que más nos convenga, o que se adapte a nuestras necesidades, puede no resultar una tarea tan sencilla como nosotros creamos.

Podemos encontrar termostatos electrónicos y termostatos metálicos, que funcionan mediante movimientos mecánicos en lugar de impulsos eléctricos. Dependiendo del modelo que nosotros queramos podremos gastarnos entre 200€ y 400€, hablando de los digitales, y algo menos en los termostatos comunes.

Termostatos digitales

Los termostatos digitales son los más recientes que se han inventado, y por ende son los que más ventajas traen a los usuarios, aunque puede que su precio no sea demasiado económico siendo su función ahorrar energía y dinero.

Los termostatos digitales, también conocidos como electrónicos o eléctricos, funcionan mediante impulsos eléctricos, cierran el circuito eléctrico mediante una simple descarga de electricidad. Esto, al evitar utilizar piezas que tengan que hacer un movimiento físico, evita que se desgasten y por ende tienen una vida útil mucho mayor que la de los termostatos comunes y corrientes.

Estos termostatos tienen muchas ventajas frente a los termostatos ordinarios. Si bien su coste es elevado (entre 200€ y 400€ dependiendo del modelo), nos permiten elegir con exactitud el umbral de temperatura y la temperatura que queremos que mantenga en una habitación, así también como cuantas veces queremos que se encienda o a qué hora lo haga. Todo esto nos supone un ahorro energético muy grande, por lo que su compra no sería un gasto sino una inversión.

Los termostatos digitales han tenido una gran presencia en la calefacción, aunque también han ido integrándose a otros productos tales como frigoríficos, coches y demás. Todo gracias a sus medidas sofisticadas de la temperatura. Pero si queremos obtener más funciones podemos integrarlo a otros sistemas o utilizar un controlador PID.

Termostato inalámbrico para calefacción

No sería raro que al realizar alguna obra en la casa, o en la habitación que está el sistema de calefacción, se les haya olvidado instalar el termostato, y no hay nada peor que destrozar todo lo realizado para instalar un termostato. Este es un motivo de tantos por los cuales podemos utilizar termostatos inalámbricos.

Los termostatos inalámbricos son un termostato como cualquier otro, aunque con una pequeña diferencia, se dividen en dos partes, un emisor y un receptor. El emisor suele ir a pilas y es el que se encarga de medir la temperatura ambiente para luego enviarle los datos al receptor, el cual actúa directamente sobre la caldera o el sistema de calefacción, y se encarga de mantener abierto o cerrar el circuito si ya se ha alcanzado, o no, la temperatura deseada.

Esta clase de termostatos son perfectos para evitar tener que modificar algo del hogar para poder instalar un termostato, y además están conectados a la red eléctrica del hogar, por lo que el panel lo podemos instalar donde nosotros queramos. Está claro que estos termostatos son algo más caros que los termostatos comunes y los digitales, sobre todo si queremos un termostato inalámbrico que nos de muchas opciones en cuanto a la programación de la calefacción y nos permita administrar varios programas, pero aun así el tiempo de uso de la calefacción amortiza el gasto en dicho termostato.

No cabe duda que un termostato, sea el modelo y tipo que sea, nos permitirá administrar a nuestro gusto la temperatura de nuestro hogar.